¿Quiénes somos?
PareS surge de la inquietud, de la duda
y del cuestionamiento. Surge de la necesidad de vivir el embarazo, el
parto y el posparto de otra manera.
Quizá porque alguna de
nosotras tuvo que buscarse la vida en otros lugares, cerca o lejos de
Salamanca, veíamos necesario comenzar a juntarnos y hacer algo para
cambiar esta situación, sobre todo porque nadie lo hará por
nosotras.
¿Por qué Parto Respetado Salamanca?
Lo hacemos por nosotras, por nuestras
amigas, por nuestras hijas… Porque no queremos sentirnos como si
tuviéramos que pedir disculpas por querer saber más, por intentar
entender todo el proceso mejor, por querer vivir nuestros embarazos
de manera especial, y por intentar dar la bienvenida como se merece
al pequeño nuevo ser.
Entendemos que el parto es un proceso
fisiológico normal en el que los aspectos emocionales son
fundamentales y deben ser respetados. Es un acontecimiento íntimo y
único en la vida de una mujer en el que deberíamos tener el papel
protagonista y no quedar reducidas a un objeto pasivo. La mujer tiene
derecho a ser consultada sobre las intervenciones a las que va a ser
sometida, y recibir información sobre sus consecuencias y las
alternativas existentes.
No queremos que nos obliguen a parir
tumbadas, que nos administren rutinariamente oxitocina sintética
para acelerar el parto, que nos realicen la maniobra Hamilton, que
nos corten el periné (episiotomía), que nos rasuren, que nos pongan
enemas, que nos practiquen la maniobra Kristeller, ni que nos separen
de nuestros hijos al nacer. Aunque estas prácticas no están
indicadas en partos de bajo riesgo (el 90% de los partos son de bajo
riesgo), y han sido duramente criticadas por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad (2007), en los
hospitales españoles se realizan de forma generalizada.
Igual que hemos decidido
tener una criatura, de la misma manera queremos decidir a que pruebas
queremos someternos, y saber el porqué de cada una de ellas; por
esto mismo, también queremos decidir qué personas queremos que nos
acompañen en el parto, como queremos recibir a nuestra criatura, a
que pruebas queremos someterla nada más nacer y cuales podemos hacer
más adelante.
En cuanto a los aspectos emocionales,
la mujer debería sentirse segura, apoyada y reconfortada. Ciertas
actitudes y frases desconsideradas, recibir un trato humillante o ser
ignoradas ha hecho que muchas mujeres hayan vivido el parto de forma
traumática. Queremos un trato digno y respetuoso.
Creemos necesario devolver a la mujer
su papel protagonista, en lo que nunca debió dejar de ser un acto
íntimo y familiar, ya que forma parte de la sexualidad femenina.
Estamos convencidas de que si la mujer
es consciente de sus derechos y los ejerce, si está plenamente
informada, y toma las decisiones sobre lo que le ocurre, la atención
recibida y prestada será mucho más satisfactoria para todos los
involucrados en el proceso.
Por todo esto, queremos
que se nos trate con respeto en cada una de las etapas que supone, el
embarazo, el parto, y el post-parto. Que se respete la
fisiología de los procesos y los deseos, necesidades y derechos de
madres, padres y bebés.
Porque un nacimiento sin violencia es sin duda la base de una sociedad sin violencia.