sábado, 21 de febrero de 2015

Se critica lo que no se conoce


Las prisas en el día a día, de esta sociedad tan “adelantada”,  que yo cada día siento más “acelerada”. No reposada, no tenemos tiempo de meditar, asimilar, la “información” que cada día surge y así nos encontramos con respuestas tan duras como desacertadas en muchos casos. Todos hablamos de todo y todos entendemos de todo…..cuando la realidad es que no hemos leído más  allá de los titulares.

Con esto me quiero referir en este caso al tan traído tema de estos días, el enfrentamiento entre Matronas y Doulas. Podría decir que estoy más a favor de unas que de otras (que de hecho lo estoy).

Muchas son las recomendaciones de la OMS sobre lo que debe ser un embarazo, parto y posparto fisiológicos. Recomendaciones que en muchos hospitales de este país se obvian porque los protocolos hospitalarios parecen “momias incapaces de ser actualizadas”. Porque no olvidemos, que es un proceso fisiológico en el que las mujeres NO estamos ENFERMAS. Las mujeres, licenciadas o no, analfabetas o no, sobre todo hemos parido durante siglos. Estamos capacitadas para ello fisiológicamente y mentalmente si se nos deja. Pero durante mucho tiempo se nos ha dicho que lo dejemos todo en  manos de los especialistas, los que saben de estas cosas… Eso acaba en que cada vez tenemos más miedos, más dudas, más preguntas. Queremos entender (no pretendemos hacernos una cesárea a nosotras mimas) pero si estamos capacitadas para entender lo que se nos dice y tomar nuestras decisiones como personas adultas que somos. Queremos que se nos escuche. Y en toda ésta “pelea”, de nuevo nos hemos sentido como una pelota de Ping-pong. Donde somos llevadas de un lado a otro sin permitir que seamos nosotras las que elijamos que es lo que deseamos. Somos personas adultas y autónomas.

Curioso que sea un tema femenino y no hemos preguntado a “las mujeres” ¿Qué les pasa? ¿Por qué las mujeres hoy en día están demandando otras cosas? He oído decir a las matronas que las labores que realizan las Doulas son competencia de ellas y otras de la familia que le rodea. En muchas, pero muchas ocasiones, la familia no está ahí, por la razón que sea (la principal es esta sociedad de locos que prima lo laboral sobre lo personal). En otras la matrona que está en el centro de salud no está las 24h del día, no me acompaña en mi domicilio en el posparto, atiende a tanta gente que no está emocionalmente cercana a mí. Hubiera deseado yo tener el apoyo de una Doula en mi posparto….que no sufrí depresión, pero si resulto duro, muy duro, por la soledad en la que me encontré durante  ese periodo.

Gloria Castro Madariaga

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