No
hace mucho leí que un bebé es algo que llevas dentro de ti nueve
meses, en tus brazos tres años y en tu corazón hasta que te mueras.
Yo estoy viviendo mi primera experiencia como madre y todavía me
encuentro en la primera fase, en la que el bebé está dentro de mí.
Desde
que supe que estaba embarazada mi percepción de la maternidad cambió
para convertirse en mi mayor prioridad y empecé a sentir la
importancia de conectar con mi bebé desde el primer momento. Para
establecer esta conexión el yoga prenatal se está convirtiendo en
una herramienta fundamental.
La
hora y media semanal que comparto con otro grupo de embarazadas y con
una doula que nos imparte las clases, me sirve para desconectar de
todo el estrés y preocupaciones que lamentablemente no desparecen en
este periodo tan maravilloso de nuestras vidas.
El
yoga prenatal me está ayudando a mejorar mi respiración, a sentir y
entender cada cambio en mi cuerpo y lo más importante, a establecer
un vínculo con mi bebé que poco a poco se relaja y se emociona a la
vez que lo hago yo.
Nuestra
doula y compañeras que ya han dado a luz aseguran que el yoga
prenatal las ha preparado para el parto, las ha permitido llegar con
más fuerza a este día y las ha ayudado a fortalecer el suelo
pélvico, una parte de nuestro cuerpo que, como dice nuestra
profesora, el día del parto tendrá un papel fundamental ya que será
la puerta que tendrá que atravesar nuestro bebé para llegar al
exterior.
Yo
de ese momento no puedo hablar todavía pero sí puedo asegurar que
hasta ahora el yoga prenatal me está generando muchos beneficios e
incluso me está convirtiendo en una alumna aventajada en las clases
pre parto que acabo de comenzar. Las respiraciones y la relajación
ya no son algo extraño para mí.
Desconozco
como será mi parto, desconozco si podré poner en práctica las
respiraciones y los sonidos que cada semana practico en yoga prenatal
pero lo que sí puedo asegurar es que estas clases me están
aportando una tranquilidad imprescindible para sentirme tan feliz
como me siento en esta primera fase con mi bebé.
Laura Nuño
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